Los ingredientes básicos de una bechamel son siempre: mantequilla o aceite, harina y leche. Se suele condimentar con sal, pimienta y nuez moscada. La bechamel puede ser más o menos líquida, según la utilización que vayamos hacer de ella.
Si la queremos como salsa para cubrir unos canelones la proporción sería la siguiente: 30 grs. mantequilla + 30 grs. harina + 300 grs. (=3 dl). leche. Si la queremos para hacer croquetas la proporción cambiaría: 30 grs. mantequilla + 30 grs. harina + 150 grs. leche. Como se puede observar, la consistencia depende de la cantidad de leche. La mezcla de mantequilla y harina se conoce con el término culinario de roux.
Modo de hacer la bechamel: En una sartén o cacerola, poner la mantequilla y fundir al fuego. Añadir la harina y mezclar con varillas hasta que se una completamente a la mantequilla. Cocer este roux 1 minuto, sin dejar que tome color. Añadir la leche poco a poco moviendo con varillas continuamente para que no se formen grumos.
La leche se puede añadir caliente para ahorrar tiempo. Dejar hervir unos minutos y comprobar si la textura es la adecuada, si resulta demasiado espesa añadir leche, si estuviera muy líquida preparar un roux y añadirlo. Es fundamental que el aspecto de la bechamel sea liso y brillante.
Variantes de la bechamel:
- Salsa Mornay: bechamel + queso gruyere rallado + yema de huevo + nata líquida.
- Salsa Aurora: bechamel + unas cucharadas de tomate concentrado.
Se puede añadir a la bechamel una o varias yemas mezcladas con nata líquida (liason) para dar un color y una textura más cremosa.
1 comentarios:
Me encanta como cocinas, tu marido tiene que estar encantado.
Un beso.
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